¿Qué enfermedades se pueden prevenir a través de la actividad fisica?
La actividad física regular ayuda a mejorar su salud, estado físico y calidad de vida en general. También ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, muchos tipos de cáncer, depresión y ansiedad y demencia.
El ejercicio proporciona una amplia gama de beneficios para la salud. Tú lo sabes. Pero es posible que no sepa que comenzar una nueva rutina de ejercicios y seguirla podría reducir el riesgo de enfermedad y evitar que se enferme gravemente.
¿Es eso suficiente para levantarte del sofá y ponerte el único par de pantalones cortos que todavía te quedan? ¿No? Especifiquemos qué enfermedades es menos probable que contraiga si hace del fitness una prioridad seria.
Diabetes
La diabetes tipo 2 es completamente prevenible. Factores como el peso, la dieta y la actividad física determinan su riesgo de desarrollar esta afección crónica. Es mucho más fácil controlar su nivel de azúcar en sangre y mantener su cuerpo sano antes de desarrollar prediabetes, resistencia a la insulina o diabetes tipo 2.
El ejercicio mejora la capacidad de su cuerpo para utilizar correctamente la insulina. La resistencia a la insulina es un factor importante que contribuye al desarrollo de la diabetes tipo 2.
Ciertos tipos de cáncer
A veces, es imposible precisar exactamente por qué una persona pudo haber desarrollado cáncer; no siempre es completamente prevenible. Pero ciertos comportamientos de estilo de vida positivos, como el ejercicio, pueden reducir su riesgo.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, se ha demostrado que el ejercicio regular reduce el riesgo de que una persona desarrolle cánceres de mama, colon y endometrio. No hay mucha evidencia que respalde una relación positiva entre el ejercicio y otros tipos de cáncer, pero un estilo de vida más saludable en general puede reducir el riesgo de muchos problemas de salud, como la obesidad, que podrían aumentar el riesgo de cáncer.
Cardiopatía
No es ningún secreto que el ejercicio es bueno para el corazón. La actividad física fortalece el músculo cardíaco, lo que le permite bombear sangre de manera más eficaz por todo el cuerpo. Esto mantiene su presión arterial baja y su sistema circulatorio en buena forma. La presión arterial alta y el colesterol alto son los principales contribuyentes al riesgo de enfermedad cardíaca.
Apnea del sueño
La apnea del sueño describe un bloqueo en las vías respiratorias superiores de la garganta que impide que una persona respire. Por lo general, el cerebro lo despierta automáticamente para reanudar los patrones de respiración normales, incluso si no se da cuenta de que está sucediendo.
El ejercicio no solo mejora los síntomas en personas que ya lo padecen. Dado que las personas clasificadas como obesas enfrentan un mayor riesgo de desarrollar apnea del sueño, el ejercicio puede ayudar a prevenir la afección al reducir el peso antes de que surjan complicaciones.
Obesidad
La obesidad es una condición de salud complicada con muchas combinaciones posibles de factores de riesgo y causas. Aunque la mala alimentación y la inactividad física no son los únicos factores que contribuyen, las personas que hacen ejercicio con regularidad tienen muchas menos probabilidades de vivir con obesidad y sus muchas y devastadoras complicaciones de salud.
Los investigadores reconocen que el equilibrio energético (cuántas calorías ingiere y cuántas elimina) es la parte más controlable de la pérdida y el control del peso. El ejercicio conlleva muchos desafíos adicionales para las personas que ya tienen sobrepeso o son obesas. Haga lo que pueda para realizar cambios antes de que eso suceda.
El ejercicio es difícil de comenzar y aún más difícil de mantener una vez que lo hace. Pero vale la pena el sudor, el dolor y las lágrimas (¿o simplemente estás sudando por los ojos?). Puede llevar algún tiempo, pero encontrar una actividad física que disfrute semana tras semana puede marcar la diferencia, tanto a corto plazo como más adelante en su vida.
Los estudios han sugerido que quienes hacen ejercicio constantemente experimentan un menor riesgo de enfermedad cardíaca que las personas que son físicamente inactivas.